Marlene es una mujer inteligente, elegante y aplicada en su trabajo, al que se dirige diaria y puntualmente en bicicleta tras pedalear varios kilómetros por las empedradas calles de la ciudad. Como mujer que adora su independencia, sabe que se debe a su trabajo donde las jornadas interminables como teleoperadora le dejan agotada, pero… todo tiene su recompensa. Cada jueves, y especialmente cada fin de semana, sale a bailar o como ella misma dice ‘a hacer volar los pies’, transformándose en Madame Dynamite.
Marlene aguarda impaciente ese momento en el que antes de salir, siguiendo minuciosamente los mismos pasos cual ritual se va arreglando, mientras suena de fondo en su viejo pick’up la Eddie Condon’s band. Se ondula su media melena, elije su vaporoso vestido y el momento más mágico se produce cuando se calza sus zapatos de baile, esos zapatos ¡hechos para soñar! y se dirige al club de swing de la ciudad donde el baile le transporta a otra realidad que le hace desconectar de sus exigentes obligaciones y da rienda suelta a su explosividad, bailando y llenándose de energía y buenas vibraciones. Así es ¡Madame Dynamite!